Sobre la temática de la Moda Femenina, el calendario reúne trece exquisitos figurines del Art Dèco, acompañados de un breve texto explicativo.
El calendario es coleccionable y forma parte de la segunda edición sobre Moda Femenina, junto a los calendarios de bolsillo, señaladores y TUM (tarjetas de usos múltiples).
Un excelente y delicado obsequio.
Exquisitos figurines de moda femenina del siglo XX.
ART DÈCO (texto:Walter Núñez)
Este estilo debe su nombre a la Exposition Internationale des Arts Décoratifs et Industriels Modernes, realizada en París en el año 1925.
El Art Dèco fue un movimiento artístico dinámico que se manifestó, entre 1909 y 1939, en la arquitectura, el diseño gráfico, el diseño industrial y de interiores, la pintura y la moda.
Recibió influencias del Cubismo, del Futurismo, del Movimiento Modernista y del Constructivismo. También dejaron en él sus huellas la Bauhaus, el Taller de Viena y el Art Nouveau. A pesar de todas estas influencias, el Art Déco no generó cambios políticos o sociales sino que reflejó el positivismo y la productividad de la época posterior a la Primer Guerra Mundial y combinó a la perfección lo antiguo con lo ultramoderno.
Una gran fuente de inspiración la constituyeron Asia, la cultura Egipcia, las culturas primitivas de África y la cultura Azteca.
Desde el siglo XVIII París ha sido la capital de la moda. La producción de tejidos lujosos y la exquisita confección, han hecho que sastres y modistos de toda Europa y Estados Unidos imitaran la moda francesa.
Durante el siglo XIX proliferaron las revistas de moda, lo que popularizó aún más a la moda parisina.
En la primera década del siglo XX, importantes sastres se convirtieron en modistos de renombre y abrieron en París sus casas de alta costura, en las que realizaban desfiles para una selecta clientela.
Los progresos industriales que permitían producir prendas de vestir en serie, hicieron que la moda fuera accesible a un público cada vez más numeroso.
La repercusión en la estructura social que significó La Primera Guerra Mundial, obligó a la mujer a adoptar profesiones que, tradicionalmente, estaban destinadas al hombre y orientó a los diseñadores a concebir prendas cómodas y prácticas.
Entre 1911 y 1919 se impondrá una silueta femenina recta, sin curvas, similar al estilo Imperio. Esta nueva silueta, acentuaba el busto y se desarrollaba desde éste, en forma tubular, hasta los tobillos. Poco tiempo después las faldas y los vestidos se acortaron y subieron desde el tobillo a la mitad de la pantorrilla.
La estética ideal cambió el ritmo de la silueta. La voluptuosidad y la redondez se abandonaron en pro de un aspecto más masculino. Las largas cabelleras dieron lugar a melenitas cortas y redondas, el busto se aplanó y, por primera vez el la historia de la moda, la cintura y las caderas no se realzaron.
Estos cambios en el aspecto y la silueta femenina permitieron a los diseñadores experimentar con total libertad. Se utilizaron lujosas telas, pieles y tejidos de punto y surgieron estampados de líneas geométricas, a los que se incorporarán accesorios como cuentas, plumas, borlas y joyas que se combinaban con el atuendo. Los sombreros se redondearon y adquirieron forma de casquete, también se utilizaron chales confeccionados en telas semi transparentes y toda clase de pieles.
En la década de 1920 aparecen las grandes casas de alta costura y de prêt-à-porter.
El calendario puede incluir la publicidad de su empresa o negocio.
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